Qué es un egregor

¿Qué es un egrégor?

Es una acumulación de energía, una masa de vibraciones que se concentra en planos no físicos, desde el etérico al mental, asociado a un determinado concepto, arquetipo, emoción, forma de pensamiento, etc.

"Se trata de una condensación de pensamientos, deseos y emociones, que al mantenerse por un lapso prolongado de tiempo en el plano astral puede llegar a tener vida, forma y hasta cierta autonomía. Por tanto, el egrégor es una creación humana tanto a nivel individual como a nivel colectivo."


Los egrégores son formas psíquicas que tienen que ver con estados de consciencia. Forman un campo de influencia común, un fluir sutil, invisible, que ocupa espacios y que transmite energías creadas por un modo de pensar, de sentir o de actuar de los seres humanos.

Hay egregores que se crean, por ejemplo, cuando miles de personas piensan y proyectan un cierto tipo de energía sobre un concepto, persona, idea, evento u objeto, apareciendo un campo energético asociado a ese evento, persona u objeto. Una vez creado, todo aquel que se “une” y “sigue” a ese evento, objeto o persona, puede sentir la conexión energética, su “peso” sobre tu psique, sus efectos, sus beneficios o sus historias asociadas, consciente o inconscientemente.

Si las personas, por ley de atracción, se reúnen y emiten vibraciones fuertes e idénticas por pensamientos de la misma naturaleza, formarán egrégores de energía positiva o negativa, según sea el género de los pensamientos emitidos.

Una vez creado, el egregor reaccionará sobres nosotros o sobre todo impulso vital: pensamientos, sentimientos o emociones individuales o de grupos y comunidades, lo cual produce una reacción en el espacio, generada por la forma psíquica que se establece alrededor de esas personas, hogares o templos.

Esto explica porqué se pueden percibir las condiciones y caracteres de tales egrégores. De esta forma, un ser pesimista producirá un tipo de energía que por ley de afinidad se fijará a su alrededor y se ligará con personas y sitios que tengan su misma vibración.

Tipos de egrégores

Los egrégores pueden ser efímeros y permanentes: • Los efímeros, obedecen a impulsos psíquicos o estados de consciencia esporádicos y sin fuerza. • Los permanentes son el resultado de la acumulación de materia psíquica de manera constante por efecto de los estados de conciencia habituales y permanentes.

Hay egrégores sobre personas, por ejemplo políticos, cantantes, escritores, y todo aquel que tiene una faceta pública donde hay otros que lo siguen, “piensan” en él, hablan de él, proyectan sus propias ideas o conclusiones sobre esa persona, evento o situación.

Hay egrégores sobre objetos muy potentes, por ejemplo, el miedo asociado a una tabla ouija es un egregor formado por las millones de personas que han jugado con ella y han tenido experiencias bastante negativas, y por la contribución de las series y películas de terror al respecto que han reforzado ese egregor.

Hay egrégores sobre libros que han leído millones de personas, y que tienen un campo energético propio formado por las ideas, opiniones, críticas y comentarios energéticos, mentales, y reacciones emocionales de todas esas personas. Hay egregores sobre libros que son muy positivos, y hay egregores sobre libros que por su contenido, vibración y tema, son muy negativos o te hacen sentir mal sin saber porqué.

Cómo se forma un egregor

Para que se cree un egregor con cierta potencia y poder, tiene que haber una cantidad de energía mínima sostenida en el tiempo que cree, forme y mantenga esa bolsa de vibración. Una sola idea o pensamiento de una sola persona no crea un egregor, pero miles de personas conectando con esa idea, o concepto, durante un cierto tiempo, y de forma regular, sí que lo hace.
Cuando el egregor formado a partir de la proyección energética de muchas personas sobre algo, consciente o inconscientemente, tiene la suficiente fuerza, se puede convertir en una energía autoconsciente, podríamos decir que el propio egregor, como si fuera una balsa de gelatina flotando en uno de los planos no físicos que nos rodean, toma vida.
Porciones de esa balsa de energía se desprenden, y de ahí que empezamos a hablar de energías negativas “autoconscientes”, “entidades” nacidas de concentraciones de ira, rabia, odio, violencia, etc., que funcionan luego por resonancia, siendo atraídas hacia aquellos eventos, personas o situaciones donde la ira, el odio o el miedo son la energía predominante. Igual pasa con egregores de polaridad contraria, evidentemente.

Cualquier pensamiento, tanto positivo como negativo, es energía que sale de nosotros hacia el mundo exterior. En su camino se une con otros pensamientos similares de otras personas y se fortifican entre sí. Una vez que es lo suficientemente fuerte, regresa a quien lo creó, simulando un bumerang.

El egregor formado por el poder de los ritos, de las ceremonias litúrgicas y de meditaciones llevadas a cabo regularmente, determina estados con gran influencia que afectan el ambiente particular de tales sitios y hasta comunidades.
El egregor, siendo una creación mental con capacidad de absorción de las energías y expansión de las mismas, opone resistencia a las fuerzas que tratan de destruirle, influyendo muy directamente en la historia humana y estructurando ambientes psíquicos. Son ejemplos de ello el cristianismo de Jesús o el Nazismo de Hitler.
En casi todos los casos, la oración a “San Fulanito” no es más que una conexión con el egregor de San Fulanito creado durante siglos y “su respuesta” no es más que la resonancia de “vuelta” que notamos cuando nos conectamos a ese egregor, que, como energía consciente que puede ser, tiene cierta “capacidad” de maniobra para interactuar con nosotros.

Este concepto de egregor explica lo que sucede cuando uno, a veces, trata de conectar con ciertos personajes mitológicos, con dioses, con “maestros”, etc. Ocurre que no conecta con el supuesto ser que fue tal o cual personaje, sino con su egregor correspondiente, con la proyección generada por millones de personas respecto a ese ser, maestro, o “dios” de cualquiera de las culturas existentes y precedentes de nuestra historia.

Esos egregores no son “el ser” al que creemos pedir ayuda, sino el arquetipo energético formado por la imagen que tenemos de ese ser o persona, y que es lo que, vibracionalmente, está más cerca nuestro, cuando hacemos esa oración, petición, o conexión con esa fuerza superior, deidad o maestro ancestral.

Cómo disolver egrégores

Puesto que un egregor es energía creada por la proyección de los seres humanos a través de nuestros cuerpos emocionales y mentales, los seres humanos también podemos limpiarlos y desmontarlos de la misma forma, simplemente con la intención de hacerlo, aunque, dependiendo del egregor que sea, esto requiere una cantidad de energía por parte de las personas que lo desean limpiar equivalente o casi igual a la energía del egregor en cuestión a limpiar.


Al respecto, la canalizadora Brinda Mair dice lo siguiente:
"Los égregores son energías creadas por nosotros mismos. Se llaman cascarones en las Ciencias Sagradas y tienen distintos grados según su grado de fuerza. Actúan tal como energías negativas pero son en sí más peligrosos porque por su misma naturaleza no son entidades (algún ser invisible de los Reinos de la Naturaleza) sino entes (energías libres) creados y sostenidos por el miedo humano y por lo tanto no reconocen a Dios y no pueden ser eliminados más que actuando sobre el miedo de quien lo genera. Súmale a esto que la vida pasada no existe sino que COEXISTE con la presente multidimensionalmente en el Eterno Presente. Esta energía es sumatoria a través de la pentadimensionalidad abierta (los ciclos karmicos o "vidas" que coexisten con la presente en otras cuatro dimensiones además de ésta). 

Sin embargo, como todo en este Universo local es dual, su energía puede aplicarse para trabajar contratos del alma atomizados con el fin de reconstruirlos. Cosas de la ilusión: Lo que aparentemente nos condena es también lo que nos muestra la salida. Si el mal no existiera nunca sabríamos lo que es el Bien. Dualidad en acción. Hay una sola técnica para disolver égregors que siempre cito pese a que nunca utilicé este nombre. Es el desarrollo de virtudes: Fe, para que la Presencia de Dios en mí sea lo que mueva el mundo. Fidelidad para no traicionar al Cristo en mí y aplicar el concepto "la caridad bien entendida comienza por casa", siendo "casa" uno mismo. La caridad verdadera comienza por un uno mismo creyendo que es posible CAMBIAR, reflejo puro de Misericordia con el Uno para ser Uno en el Espejo de otros".




Fuentes: http://davidtopi.com/  http://canalizandoluz.com/





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