
Por: Glenda González
La oración y meditación activa es aquella en la que se visualiza, se piensa, se reflexiona, se cree y se siente lo que las frases plantean y, en consecuencia, se llega al cambio de actitud.
Va más allá de repetir frases sin sentirlas y sin aplicarlas a la vida diaria. Esta es la razón por la cual muchos rezos, oraciones y plegarias parecen llegar a la nada. Sucede que se quedan en determinado plano, al cual la lanzamos cuando las repetimos por repetirlas.
Repetir frases, oraciones, rezos y plegarias sin profundizar en ellas no llega a mover la sustancia etérica, materia que envuelve al primer plano que sigue a nuestro plano físico. Por tanto, una oración y una meditación realizada mecánicamente no pasa del plano físico.
Igualmente, cuando hacemos una oración, meditación o plegaria envueltos en emociones y pensamientos negativos de tristeza, depresión, angustia, rabia y duda, entre otros, significa que no creemos en lo que estamos repitiendo, pues esa es la energía que emitimos con nuestra palabra y pensamiento y que sube un plano por encima del etérico: el astral, donde se encuentra la suma de emociones planetarias. Pero como las emociones que manejamos en ese momento son negativas, por ley de atracción nuestro trabajo meditativo y de oración alimenta a las formas de pensamiento negativo que envuelven tanto al planeta como a nosotros mismos.
Por el contrario, si nuestras oraciones y meditaciones son realizadas con un sentimiento y pensamiento de profunda convicción en lo que ellas proponen, podemos traspasar el plano astral y llevar a niveles más elevados, donde sí pueden escucharnos y ayudarnos seres superiores y devolvernos la energía que le enviamos en la ayuda que necesitamos, por diferentes vías.
La oración y meditación activa es aquella en la que se visualiza, se piensa, se reflexiona, se cree y se siente lo que las frases plantean y, en consecuencia, se llega al cambio de actitud.
Va más allá de repetir frases sin sentirlas y sin aplicarlas a la vida diaria. Esta es la razón por la cual muchos rezos, oraciones y plegarias parecen llegar a la nada. Sucede que se quedan en determinado plano, al cual la lanzamos cuando las repetimos por repetirlas.
Repetir frases, oraciones, rezos y plegarias sin profundizar en ellas no llega a mover la sustancia etérica, materia que envuelve al primer plano que sigue a nuestro plano físico. Por tanto, una oración y una meditación realizada mecánicamente no pasa del plano físico.
Igualmente, cuando hacemos una oración, meditación o plegaria envueltos en emociones y pensamientos negativos de tristeza, depresión, angustia, rabia y duda, entre otros, significa que no creemos en lo que estamos repitiendo, pues esa es la energía que emitimos con nuestra palabra y pensamiento y que sube un plano por encima del etérico: el astral, donde se encuentra la suma de emociones planetarias. Pero como las emociones que manejamos en ese momento son negativas, por ley de atracción nuestro trabajo meditativo y de oración alimenta a las formas de pensamiento negativo que envuelven tanto al planeta como a nosotros mismos.
Por el contrario, si nuestras oraciones y meditaciones son realizadas con un sentimiento y pensamiento de profunda convicción en lo que ellas proponen, podemos traspasar el plano astral y llevar a niveles más elevados, donde sí pueden escucharnos y ayudarnos seres superiores y devolvernos la energía que le enviamos en la ayuda que necesitamos, por diferentes vías.
Hay propuestas meditativas y de afirmaciones y plegarias que pueden practicarse mientras realizamos cualquier rutina cotidiana: al caminar o pasear, al esperar ser atendido en una cita médica o en una agencia bancaria, al hacer las compras e incluso al oír música y al bailar.
Estas técnicas pueden parecerse a los rituales, aunque difieren de ellos porque no exigen un proceso y/o movimientos específicos, ni el manejo de determinados objetos y herramientas. Pueden limitarse solamente a escuchar, visualizar y reflexionar sobre el contenido de audios de meditación, sin necesidad de estar recostados; seguir y las imágenes y el sonido de videos y repetir afirmaciones mentalmente durante el día.
Paralelamente, sabemos que todo aquello en lo que ponemos nuestra atención está nutriendo al subconsciente. De ahí que las emociones, pensamientos y creencias que subyacen más fuertemente en nosotros durante la realización de una oración y meditación, sean las que se manifiesten en la realidad, sobre todo si nos dedicamos a repetir afirmaciones, oraciones y meditaciones positivas de forma mecánica.
Si nuestra verdadera atención y creencias se afianzan en lo que dicen los noticieros, los pensamientos de temor y duda de algunos familiares, amigos, vecinos y de la colectividad en general, con la certeza de que quien domina este mundo es la maldad, pues eso será lo que manifestaremos.
En cambio, una meditación y oración positivamente activa, en el sentido de ser acompañada por convicción en pensamiento, sentimiento y acción, además de elevarse a planos superiores, ayuda a limpiar nuestro subconsciente de las creencias contrarias y así provoca gradualmente un cambio de actitud, de forma natural y espontánea, sin necesidad de forzarnos u obligarnos a cambiar, bien sea por compromiso o por querer y aparentar ser mejores de lo que somos.
Ese tipo de oración activa es la que necesita la Tierra en estos momentos de transición. Enfoquémonos en esta actividad, no sólo en el trabajo interior por superar nuestras dificultades personales, sino en el trabajo espiritual para ayudar al planeta en este trance.
Paralelamente, sabemos que todo aquello en lo que ponemos nuestra atención está nutriendo al subconsciente. De ahí que las emociones, pensamientos y creencias que subyacen más fuertemente en nosotros durante la realización de una oración y meditación, sean las que se manifiesten en la realidad, sobre todo si nos dedicamos a repetir afirmaciones, oraciones y meditaciones positivas de forma mecánica.
Si nuestra verdadera atención y creencias se afianzan en lo que dicen los noticieros, los pensamientos de temor y duda de algunos familiares, amigos, vecinos y de la colectividad en general, con la certeza de que quien domina este mundo es la maldad, pues eso será lo que manifestaremos.
En cambio, una meditación y oración positivamente activa, en el sentido de ser acompañada por convicción en pensamiento, sentimiento y acción, además de elevarse a planos superiores, ayuda a limpiar nuestro subconsciente de las creencias contrarias y así provoca gradualmente un cambio de actitud, de forma natural y espontánea, sin necesidad de forzarnos u obligarnos a cambiar, bien sea por compromiso o por querer y aparentar ser mejores de lo que somos.
Ese tipo de oración activa es la que necesita la Tierra en estos momentos de transición. Enfoquémonos en esta actividad, no sólo en el trabajo interior por superar nuestras dificultades personales, sino en el trabajo espiritual para ayudar al planeta en este trance.
Orar y meditar activamente por la Tierra tiene que ser parte de nuestra actividad espiritual diaria. Orando y meditando por el planeta, oramos y meditamos por nosotros mismos al mismo tiempo. Recordemos, SOMOS UNO.
Anexo un video con la oración por la limpieza de los chakras terrestres. Repítela con sentimento y convicción de pensamiento y acción. Practica la meditación y oración activa.
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Anexo un video con la oración por la limpieza de los chakras terrestres. Repítela con sentimento y convicción de pensamiento y acción. Practica la meditación y oración activa.
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